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Correa de Distribución, ¿qué es y cuándo hay que cambiarla?

Un coche tradicional puede llegar a tener hasta 90.000 piezas, aunque no todas tienen la misma importancia. Una de las que sí es necesario que le prestemos atención es a la correa de distribución. Tiene una función clave en nuestro vehículo y su rotura podría costarnos bastante dinero. En este artículo vamos a contarte qué pieza es, el funcionamiento que tiene y cuándo deberías cambiarla.

correa de distribución

¿Qué es?

La correa de distribución, también conocida como banda o faja de distribución, es una cinta de goma dentada que se coloca entre el cigüeñal y el árbol de levas en motores Otto y diésel de 4 tiempos, así como en motores de motocicletas y maquinaria industrial. Este sistema, que transmite la energía mecánica entre un piñón de arrastre y otro arrastrado mediante un dentado mutuo que evita el deslizamiento, suele estar protegida por una cubierta de plástico duro para prevenir daños por suciedad y cambios bruscos de temperatura.

La tarea de la correa de distribución es vital para que un coche se mueva. Lo que hace la correa es sincronizar la rotación del cigüeñal y del árbol de levas para conseguir que la apertura y cierre de las válvulas del motor sean correctas. Si no fueran sincronizados, el motor no podría actuar para mover el coche.

Al igual que otros componentes como los neumáticos o las pastillas de freno, la correa de distribución también necesita ser sustituida con el paso del tiempo y de los kilómetros. Pero, ¿cómo podemos saber cuándo debemos cambiarla?

Síntomas de una correa de distribución en mal estad

Aunque no es frecuente, una correa de distribución podría romperse antes de cumplir con su vida útil. Sin embargo, es posible detectar este problema a tiempo si se presta atención a ciertos síntomas y signos de desgaste para actuar de forma preventiva y evitar daños mayores en el motor.

1. Signos de desgaste sobre la correa

  • Dientes mellados: El desgaste de los dientes puede afectar la sincronización del motor.
  • Grietas en la superficie: Indicativo de desgaste y envejecimiento de la correa.
  • Sequedad en la goma: La pérdida de flexibilidad puede provocar que la correa se rompa.
  • Falta de tensión: Una correa floja no puede mantener la sincronización adecuada.

Si algunas zonas se presentan demasiado brillantes, probablemente se deba a una mala alineación o tensión incorrecta.

2. Ruidos extraños

En la mayoría de los casos, se debe a una tensión incorrecta más que a un fallo de desgaste de la propia correa. Estos ruidos pueden ser un chirrido o un golpeteo que proviene del motor.

3. Vibraciones parásitas

Si con el coche al ralentí se perciben vibraciones que no deberían de estar, la correa está en mal estado. Y son los pistones y válvulas quienes pagan las consecuencias. El vehículo puede temblar durante la conducción, indicando un problema serio en la correa.

4. Dificultad a la hora de arrancar

Si la correa está desgastada, es posible que el vehículo necesite más intentos para arrancar, y si la correa de distribución se ha roto, el motor simplemente no arrancará.

5. Fugas de aceite

Debido a la intensa fricción entre los componentes del motor, es posible que aparezcan manchas de aceite sobre la correa. Esto puede ser resultado de una holgura en la junta entre el bloque y la correa, fisuras o un montaje incorrecto.

6. Excesivo humo expulsado por el escape

Si la correa de distribución está a punto de romperse, los tiempos del ciclo de combustión no se cumplirán como deberían y causarán fallos en la ignición.

Cuándo hay que cambiarla

correa de distribución gastada

Los fabricantes de coches establecen unos intervalos para el cambio de la correa, que varían entre 65.000 y 130.000 km, según el manual del propietario del coche. Es crucial seguir estas recomendaciones para evitar problemas mayores.

  • Conducción en zonas urbanas: La durabilidad de la correa puede reducirse entre un 20% y un 25%, ya que sigue funcionando incluso cuando el coche está detenido en semáforos o atascos. Por lo tanto, si se recomienda cambiarla a los 100.000 km, deberías hacerlo antes, alrededor de los 80.000 km.
  • Conducción en autopistas: La durabilidad de la correa tiende a ser más cercana a la estimación del fabricante, ya que el desgaste está estrechamente relacionado con los kilómetros recorridos. En este caso, es posible seguir más de cerca las recomendaciones del fabricante.

Conclusión

En resumen, es fundamental prestar atención a los signos de desgaste de la correa de distribución y seguir las recomendaciones de mantenimiento del fabricante. Si la correa de distribución de tu coche presenta signos de desgaste excesivo o el plazo para cambiarla según el fabricante está cercano a su fin, solicita cita previa en tu taller de confianza para mantener la seguridad y el buen funcionamiento del motor de tu coche.

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